Nueva etapa: Mecánica kombi

Muy bienvenidos kombinautas. 

Los que ya nos acompañan desde los primordios de este proyecto saben bien como funciona, o cómo funcionamos; los que vienen acompañándonos desde los últimos días saben que estamos con una manija voraz; y vos, que recién entras en esta página, posiblemente no sabes de lo que estamos hablando. 

La cuestión es que venimos anunciando sorpresas desde larga data y hoy vamos, por fin, a empezar a desarrollar lo que veníamos prometiendo. Por supuesto que, como buenos armadores de sorpresas, no las vamos a entregar de una, sino que iremos, de a poco, tirando información. Así mantenemos la expectación siempre alta. 

¡La primera parte de la sorpresa empieza ya!

Nosotros, a lo largo del año pasado, nos encargamos de hacer un trabajo muy panorámico sobre el universo de las kombis. La estrategia era partir de un vuelo lejano, para que ustedes pudieran tener una mirada de la totalidad de este territorio, y después ir, de a poco, acercándonos. La cercanía, una vez vislumbrada la expansión general de la zona, tiene sus ventajas, pues abre espacio para preguntas, modela y define referencias y permite entrar en el universo divertido de los detalles. 

Pues bien, aclarado eso, la propuesta pedagógica de este año es exactamente la misma. Y entonces ustedes preguntan ¿pero la sorpresa cual es? Y nosotros corregimos: una parte de la sorpresa, porque más sorpresas se acercan. Y esa primera parte tiene básicamente que ver con la mecánica. 

Exactamente eso, queridos kombinautas. Ha llegado el momento en que todos, incluso nosotros mismos, tendremos que encarar la parte más difícil, el paisaje más tortuoso, y la tierra más fértil del mundo de las kombis. 

La mecánica, tal vez, es el área más temida justamente por ser la zona en la que más se exige un cierto tipo de conocimiento teórico y profundización temática. Ustedes posiblemente piensen eso, así como nosotros, a lo largo del proyecto, también pensábamos. Pero, si existe algo que hemos aprendido durante el último año de investigaciones es que lo difícil es lo que aún no sabemos. Meses después, descubrimos que esa frase reinaugura ciertas áreas de expansión del conocimiento epistemológico en el ramo de las ciencias, pero no hablemos de eso y enfoquémonos en la frase en sí. 

Todo lo que no sabemos, al principio, nos parece muy difícil. Tomemos como ejemplo el hecho de aprender otro idioma. El francés nos parece imposible en un primer momento, el inglés se nos asoma como una lengua de muchos fonemas rápidos e impronunciables. Sin embargo, a medida en que vamos aprendiendo, aquello que antes nos sonaba como una serenata demoníaca se vuelve un vals suave (o un reguetón re bailable) en nuestros oídos, en nuestra percepción de la cosa. Eso pasa porque ya lo conocemos, y todo lo que realmente conocemos nos parece mucho más fácil. 

Así que, en resumidas cuentas, lo que vamos hacer a lo largo de todo este año que recién empieza es profundizar en la mecánica. Al principio haremos pequeños vuelos panorámicos para delimitar las zonas de acción del conocimiento buscado. Y después iremos bajando la mirada a la gran mayoría de detalles, exactamente como hicimos el año pasado. 

La mecánica puede asustar al principio, y parecer muy difícil, pero siempre hay que tener en mente que lo difícil es lo que no sabemos, y que todo conocimiento que manejamos con cierto grado de intimidad se hace fácil. Por lo tanto, hay que manejar los conocimientos de la mecánica con la misma intimidad con la cual sabemos los nombres de los jugadores de nuestro equipo de fútbol. Delimitar y nombrar las piezas nos permitirá desplazarnos con más facilidad sobre la cancha, y entender el porqué de ciertas acciones. Por eso lo haremos a nuestro modo: ¡de manera divertida!

Hasta acá llegamos, entrado Marzo esperamos a todos con los cinturones apretados para empezar el vuelo. 

¡Hasta pronto kombinautas!