Cómo mantener el sistema de iluminación de tu kombi

Bienvenidos kombinautas, a un miércoles más con mucha información y algún que otro chiste sobre el complejo mundo de la mecánica de las kombis. Hoy seguimos con las metáforas poéticas que nos trae más luz a la cabeza, hoy seguimos con el sistema de iluminación. 

Muchos de ustedes ya nos vienen siguiendo desde los primórdios de este proyecto, muchos ya saben cómo funcionamos y la manera que optamos para abordar los temas. SIn embargo, si sos de los nuevos y caíste acá porque estabas buscando algo relativo al mantenimiento del sistema de iluminación de tu kombi, eso puede significar dos cosas: 1) que tenés una kombi y querés tratarla de la mejor manera posible, o 2) que estás pensando en comprar una y, por las dudas, averiguaste como es el sistema de iluminación. En ambos casos, estás en el lugar correcto. 

Este es un proyecto que ya tiene sus años y su historia, y nuestra intención es difundir a todo país de habla hispánica lo que sabemos sobre las kombis. En esta etapa, lo que hacemos es subir semanalmente un artículo específico sobre temas relacionados a la mecánica de las kombis. Siempre trabajamos con el número tres y, por lo tanto, optamos por los trípticos temáticos. 

Hoy vamos hablar un poco sobre el mantenimiento del sistema de iluminación, es conveniente, si aún no lo has hecho, que leas el artículo anterior para poder reconocer mínimamente sus partes y así familiarizarse más con la nomenclatura que usamos. 

Dicho eso, sin más demoras, vamos a los que nos interesa. 

Como vieron en el artículo anterior, el sistema de iluminación tiene sus particularidades como todos los otros sistemas, es un sistema que combina una facilidad en lo que es relativo a la estructura y el mantenimiento de sus partes, pero que, al mismo tiempo, tiene una enorme cantidad de piezas. Por lo tanto, lo mejor es que vayamos detallando cada etapa del mantenimiento. 

  • Inspección regular

Los que nos acompañan saben cómo insistimos sobre este punto, y lo hacemos porque sabemos la importancia de una inspección regular. Dada la edad de las kombis, lo ideal es que mínimamente se haga una inspección antes de cada viaje largo

Las inspecciones no son difíciles de hacer, menos aún en el caso del sistema de iluminación. Podés empezar con una breve inspección visual: prendé todas las luces y fijate en qué estado están. Tienen que funcionar bien y con la potencia máxima, si notás que algo está mal, que las luces no están iluminando como deberían, buscá reemplazarlas. 

Es importante que revises la totalidad del sistema, incluyendo faros, luces traseras, luces de posición, intermitentes y luces de freno. Buscá bombillas fundidas, revisá los cables para ver si están bien conectados o si hay conexiones defectuosas o cortocircuitos. 

  • Sustitución de bombillas

Es importante, después de la revisión, que cambies inmediatamente las bombillas fundidas. Por más que parezca algo menor, una bombilla fundida puede llegar a dificultar mucho la visión al momento de estacionar el auto, como también puede traer problemas más grandes. Las luces traseras, por ejemplo, sirven, entre otras cosas, para que los conductores identifiquen el tipo de vehículo en momentos de lluvia o niebla. Tener solamente una bombilla funcionando puede generar confusión o incluso accidentes en la ruta.

Lo ideal es ser prevenido y tener siempre a mano un juego de repuesto. Eso, más allá de dar tranquilidad, te permitirá reemplazarlas inmediatamente si es necesario. 

  • Alineación de faros

Las mismas reglas del punto anterior valen para este punto. Faroles desalineados generan una falsa percepción del la totalidad del auto, lo que, a su vez, puede terminar confundiendo a otros conductores. 

Faroles bien alineados, por otro lado, dan una perspectiva ideal para que los demás sepan cuáles son las dimensiones de tu auto, como también iluminan los trechos esenciales de la carretera. 

  • Limpieza de los faros

Es muy común que se confunda un mal funcionamiento de los faros con faros sucios. Por eso es importante no solamente la limpieza regular como también el hábito y la inspección regular. 

Pongámoslo de la siguiente manera: si el sistema de luz son los ojos del conductor, la limpieza es la higiene. Una buena higiene es lo que te permite ver mejor tu camino, por eso el hábito es importante.

Quitar la suciedad de los faros no es muy complejo, con un trapo húmedo podés eliminar la gran mayoría de excedentes, suciedad, polvo y los demás residuos que pueden afectar la propagación de luminosidad. Llegado el caso, puede ser necesario abrir los faros y hacerles una limpieza interna. 

  • Revisión de fusibles y relés

Los fusibles impiden que las luces se quemen. Si hay un cortocircuito, ellos son los primeros en el frente de batalla a recibir las descargas para que las bombillas sigan trabajando. 

Justamente por eso hay que tratarlos con más amor, puesto que ellos ponen la vida para salvar tu sistema de iluminación. Verificá constantemente el estado de tus fusibles y relés relacionados con el sistema de iluminación y reemplazá aquellos que estén defectuosos. 

Este es un punto en el que siempre insistimos en 3veces3, el de tener a mano una caja de fusibles para evitar problemas posteriores durante el viaje. 

  • Mantenimiento de conexiones eléctricas 

Esta parte tiene mucho que ver con el inicio, y también es algo que solemos insistir incluso con cierta pesadumbre, pero es para tu bien: la revisión visual, manual y esporádica. 

Por medio de una rápida revisión ya podés asegurarte de que todas las conexiones eléctricas estén en buen estado. Si ves algo que no está bien, podes solucionar limpiando ciertos cables y conexiones o, en casos peores, reemplázandolos. 

Lo importante acá es que no te quedes en el medio de la ruta con un cable suelto, eso podría, más allá de poner en peligro tu vida y la de los demás, arruinar un viaje parando en el medio de la ruta para revisar cables. 

  • Bombillas actualizadas

Lo mismo que dijimos sobre los fusibles es válido en el caso de las bombillas. Más allá de mantenerlas siempre actualizadas, es interesante que puedas tener siempre a mano un juego de bombillas de reserva. 

En algunos países de américa latina, es obligatorio el uso de luces durante el día en las rutas. Tener un juego reserva puede, incluso, hacer que evites multas. 

  • Mantenimiento de las luces de freno

Las luces de freno, como ya hemos dicho, son una especie de comunicación entre los conductores. Asegurate de que estén en buen funcionamiento, eso, por más increíble que parezca, puede evitar choques y accidentes mayores. 

Para una mejor revisión podés verificar el interruptor del pedal de freno y fijarte si realmente se prenden cuando lo pisas. 

  • Limpieza de las lentes de las luces traseras y delanteras

Una limpieza nunca está demás. Limpiar las luces traseras y delanteras puede generar más luminosidad. Podes hacerlo superficialmente con un trapo y, esporádicamente, abrirlas para quitar detritos que se conserven dentro. 

  • Conservación de la batería

La batería es el corazón de nuestro sistema eléctrico. Cuidarla y mantenerla es lo que va a permitir que todo el sistema funcione bien. La podés cuidar con pequeños gestos y acciones, como, por ejemplo, evitar dejar las luces encendidas cuando el motor está apagado, eso va hacer con que no se agote la batería. Otro tip muy bueno es prender tu kombi al menos una vez al día y dejar el motor funcionando por 10 minutos para que se revitalice la carga de la batería.

Hasta acá llegamos, kombinautas, este es el último artículo sobre mecánica este año, pero no se aflijan porque estamos preparando un producto especial para el año que viene. Nos quedamos por acá porque las ganas de contar son grandes.

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