El sistema de dirección y sus tipos

volante kombi

Bienvenidos kombinautas a un miércoles más de delirios, metáforas y asociaciones medio dudosas que nos invitan a pensar y aprender sobre la mecánica de las kombis. Como ya saben, preferimos mantener la estética y la mística de nuestras bases fundadoras y optamos por sacar siempre tres artículos por cada tema, y si no sabés el porqué te invitamos que leas uno de los primeros posts de este proyecto, en el cual explicamos, entre otras cosas, algunas obsesiones.

El tríptico de la semana pasada está centrado en el sistema eléctrico y usamos la misma táctica pedagógica de siempre: primero un repaso general que funciona como un especie de overview y nos permite nombrar, reconocer y ubicar las partes del sistema, después bajamos la altitud y mostramos la totalidad puesta en funcionamiento y los tipos diferentes de sistemas eléctricos, y finalizamos con una mirada más detallada y cercana, priorizando los problemas y las soluciones en la manutención del sistema. Y como somos re copados, te lo servimos en bandeja, con un link para que lo chusmees y todo. 

Esta semana el tríptico abordará otra temática, tan importante como la anterior y que nos permitirá el desarrollo de uno que otro chiste, ustedes ya saben que el humor es nuestra gran diferencia. Hoy hablaremos un poco sobre el sistema de dirección, con sus nombres peculiares y sus partes ambiguas. Lo que podemos afirmar con muchísima seguridad, es que los ingenieros estaban bastante inspirados cuando nombraron las partes del sistema. Sin más demoras, porque creemos que no hace falta hablar de la importancia del sistema de dirección a no ser que tengas una kombi que no se mueve, vamos a ello. 

Dirección de cremallera y piñón

tipo de sistema de direccion

Quedate muy tranquilo, no habrá ningún pantalón escondido en tu sistema de dirección, tampoco habrán piñas. La cremallera es un sistema con dientes bastante usado en la mecánica de los trenes y que después fue adaptado al mundo automovilístico, y consiste básicamente en una barra con dientes en el que se acopla un piñón que permite convertir un movimiento circular en rectilíneo o viceversa

La cremallera dentada, en el caso del sistema de dirección, queda conectada a una columna llamada columna de dirección y el piñón se liga a las ruedas delanteras. Es uno de los sistemas más comunes en las kombis hechas a partir de la década del ochenta en Europa y en los noventa en Latinoamérica, sin embargo hay algunas excepciones referentes al año porque ciertos modelos la adoptaron como un sistema de testeo y calidad.

Es uno de los sistemas más adoptados por dos razones. Primero por la sencillez del mecanismo: al estar compuesto por dos piezas y sus complementos, es un sistema que abarata el costo tanto del fabricante como del propietario al momento de hacer alguna manutención o cambio de piezas. Las piezas, por su robustez, son de alta durabilidad; dicho de otra manera: el piñón no se rompe ni a piñazos. Y la segunda razón, chistes aparte, es que el sistema te permite un control mucho más estable de la dirección, respondiendo mejor al manejo del conductor. 

Dirección de recirculación de bolas

No piensen en eso que sabemos que están pensando, la anatomía y la mecánica pueden compartir mucho más cosas de lo que se imagina nuestra vana filosofía, como diría Shakespeare, si tuviera una kombi de las antiguas. Decimos “antiguas” no por Shakespeare, sino porque ese sistema fue uno de los primeros sistemas de dirección usados por el grupo Volkswagen

En este sistema, como la gran mayoría de los sistemas anteriores a los años 60, el mecanismo de las bolas circulantes (en algunos países también pueden ser llamados de recirculantes) tienen como función transformar el movimiento giratorio del volante en un movimiento de translación que es transmitido a las ruedas del auto. Las bolas se desplazan por un canal en espiral lubricado y transfieren los impulsos del comando direccionando el movimiento de las ruedas.

Al ser el primer tipo de sistema de dirección, es natural que sea el más robusto. Pero es justamente esa robustez lo que le permite soportar mucho más presión sin romperse. Aunque requiere grandes esfuerzos por parte del conductor para girar la dirección, suele ser el sistema que los mecánicos indican a quienes dan a la kombi una utilidad relacionada al transporte de cargas muy pesadas y, dependiendo del tipo de camperización, las que tienen complejos sistemas de accesorios. 

Comparándolo con el sistema de cremallera y piñón, es mucho más complejo debido a la cantidad de componentes en la totalidad del sistema. Otro problema es que si las bolas se secan, puede generar muy malas condiciones de manejo. Y, por último, justamente por la robustez del sistema -que responde muy bien en terrenos accidentados y tortuosos- en la gran mayoría de los casos, cuando terminás el viaje, estacionar el auto puede romperte las bolas, no las del sistema de dirección, las tuyas. 

Dirección de tornillo y rodillo

Con el pasar de los años los nombres van mejorando. También conocido como sistema de rodillo sin fin, este sistema es muy similar al primero, y consiste en un tornillo que sí tiene un fin, que actúa en paralelo a un rodillo cuya función es transmitir el movimiento de la dirección a las ruedas

Fue un sistema de testeo, con lo cual es posible encontrarlo en muchas kombis de años distintos. Se popularizó en la segunda mitad de los años noventa por su capacidad de transformar el movimiento giratorio del volante en movimiento basculante de la biela de mando de la dirección a partir de un juego entre dos piezas. Otro motivo de su popularidad fue gracias a la capacidad de reducir la aplicación de fuerzas del conductor para girar las ruedas, o sea, dicho de otra manera, es de las direcciones más suaves. 

Para terminar te dejamos con lo peor y lo mejor que ese sistema puede ofrecer. Por un lado su mecanismo es de mejoras a la hora de filtrar impactos, con lo cual impide que se transmita al volante y a las manos del conductor los impactos, las vibraciones y los golpes en las ruedas. Pero, por otro lado, es un sistema que implica manutención constante y cierta atención a fin de evitar el desgaste prematuro de las piezas. 

Dirección de caja de sector

Este sistema fue el dinosaurio de los sistemas de dirección en las kombis, su primitivismo le da algunas ventajas y muchas desventajas. El funcionamiento es bastante sencillo: una caja de engranajes transmite los movimientos a un brazo dentado. El brazo dentado evoluciona hacia la cremallera y la caja de engranajes se convierte en piñón años más tarde para generar el primer sistema del que hablamos. 

El sector dentado es el que permite el movimiento de las ruedas a través del brazo acoplado a la dirección, con lo cual la relación entre conductor y movimiento de las ruedas es la más estrecha posible. Eso presenta ventajas porque -principalmente entre los sectores más tradicionales entre los aficionados- te permite “sentir” la dirección, el terreno y estar atento al camino. Otro punto a favor es la robustez del mecanismo: al ser muy antiguo y hecho con piezas resistentes, garantiza una durabilidad inquebrantable. 

Los problemas, como sucede en varios aspectos de la vida misma, también están íntimamente ligados a las ventajas. Aunque sea durable, una vez que se rompa alguno de los componentes del sistema, el conductor tendrá que recorrer – a pata si solamente tiene la kombi- muchos locales hasta encontrar piezas de reemplazo, o posiblemente sea necesario mandar hacer uno. El otro problema es la rigidez del mecanismo, generan una sensación similar a intentar conducir un rinoceronte rencoroso en plena savana africana.

Esto es todo por hoy, kombinautas. Les esperamos la semana que viene con más chistes, metáforas e informaciones sobre el sistema de dirección. ¡Hasta pronto!

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