¡Buen miércoles, Kombinautas!
Como ya vieron desde la semana pasada, el proyecto 3veces3 ha pasado a una nueva era. Hemos tuneado la página para que sea más cómoda y fácil la navegación por los mares de nuestro mundo de las Transporters. Una nueva era necesita cambios, necesita nuevos materiales y otras temáticas. Como verán, a lo largo de las semanas siguientes subiremos, como siempre, todos a las nueve de la noche, una clase distinta de materiales.
Creemos que hasta ahora ya pudimos repasar en gran medida los conocimientos básicos sobre el mundo de las Transporters. Vimos su historia, sus conquistas, sus modelos, sus tipos, sus ventajas y sus desventajas. Ahora ha llegado el momento de dar un paso adelante en la conquista del sueño. Por eso decidimos empezar una nueva clase de artículos más sucintos, -aunque cada tanto intentaremos mantener el humor y la elegancia que nos destaca entre las páginas que hablan sobre kombis- más objetivos y dinámicos, abordando el eje de la compra de una kombi.
Si caiste en esta página por un equívoco del destino, no te engañes: ¡el destino nunca se equivoca! ¿Estás en la búsqueda de una kombi que se ajuste a vos? Aconsejamos que revises los materiales anteriores que hemos subido a lo largo de estos últimos meses con la finalidad de informar sobre los conceptos básicos del mundo de las Transporters. Si sos de los lectores veteranos, ya leíste todo y estás ávido por más conocimiento, ahora empezamos.
¿Qué es lo primero que necesito para comprar una kombi?
La respuesta es tan simple como un choripán, tan sencilla como un vino patero, y aún más clara que el agua: ¡plata! Elemental, mi querido Kombinauta; diría Sherlock Holmes si hubiera nacido en la época de las kombis. Necesitas un monto, y ese monto puede variar mucho dependiendo del año, del modelo y del estado de la kombi.
¿Sos de los soñadores? ¿Sos de los que aún no lograron hacer el ahorro necesario y así mismo ya están investigando porque saben que un día van a poder comprar una kombi? Nosotros, del equipo de 3veces3, en este exacto momento, te hacemos un brindis a vos. Soñar es el primer paso para conquistar un sueño, los que no sueñan no tienen ningún horizonte al cual mirar sabiendo que un día lo alcanzarán. Séneca dijo:
Un sueño soñado sólo es solo un sueño,
un sueño soñado por muchos ya empieza a ser realidad.
Y nosotros estamos acá justamente para unir personas que sueñan juntas y transformar ese sueño en una conquista no tan lejana. Así que vamos al punto clave de este artículo. Hay dos maneras de empezar a buscar tu kombi: sólo o con la compañía de un mecánico. Si ya buscaste en internet, periódicos, anuncios; si ya encontraste una kombi para empezar a chamuyarla, y vas sólo, te recomendamos que esperes algunas semanas. Los artículos de este mes giran alrededor de los consejos a la hora de ver una kombi. Nosotros siempre recomendamos que vayas en compañía de un experto, y ahora vamos a explicar las ventajas de tener un buen entendedor al lado tuyo en el momento de tomar una decisión tan importante como esa.
De la mirada del especialista
Si un día tenés un dolor de cabeza, podes simplemente tomar una medicación y resolverlo. Pero si el dolor de cabeza persiste por días y el medicamento deja de surtir efectos, seguramente tendrás que hacerte revisar por un médico. Acá entra la frase que tanto nos gusta:
¡Lo mismo pasa con las kombis!
Tener a un mecánico al lado tuyo es muy importante al momento de tomar una decisión. Si un médico se pasa la vida estudiando para poder prevenir ciertas enfermedades, un mecánico es una persona que dedicó su vida al mantenimiento de autos y podrá identificar algunas debilidades no tan aparentes. La kombi puede parecer nueva, pero puede haber algún problema en la estructura interna que no se vea a simple vista. Por eso la mirada clínica de un profesional es indispensable.
Del corazón: un órgano bastante complejo
A lo largo de la historia del pensamiento occidental el órgano responsable por el mantenimiento de la vida en el cuerpo humano ha cambiado progresivamente. Para los griegos antiguos todo dependía del hígado. Más allá de filtrar la sangre, el hígado era una especie de órgano mágico capaz de revelar condiciones previas al nacimiento e incluso predecir el futuro. Hay que tener en cuenta que a los griegos les gustaba darle bastante al vino, y el hígado era la condición para que pudieran escabiar sin tener enfermedades graves.
Del medievo en adelante -a principio gracias al cristianismo y después del oscurantismo medieval gracias al período del iluminismo, que rescata los valores de la razón- el corazón pasa a ser el órgano vital por excelencia. El responsable por hacer circular la sangre por todo el cuerpo y generar a partir de ahí el movimiento que solemos conocer como vida.
En la modernidad la medicina avanza de manera nunca antes vista gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. El cerebro pasa a ser, entonces, el órgano responsable por el mantenimiento de la vida en un individuo. Es posible estimular el corazón para que siga latiendo por medio de aparatos específicos, pero la muerte de una persona es declarada como tal solamente cuando hay una muerte cerebral.
Con las kombis va a pasar casi lo mismo.
A diferencia de los autos modernos, que llevan un arsenal tecnológico dentro -equiparado al “cerebro” del vehículo- una kombi, por su antigüedad, funciona básicamente gracias a su parte mecánica. Si bien los frenos, los radiadores, los cables y todo el aparato mecánico cumplen funciones que no pueden aislarse, el motor es la parte principal para el funcionamiento del auto. Nadie quiere una kombi que no pueda rodar por las rutas, ¿no?
El motor, en ese sentido estricto, sería como el corazón mecánico del vehículo y, así como el nuestro, tiene sus partes visibles y sus partes internas, que son bastante complejas. El mecánico cumpliría acá la función relativa a un cardiólogo. Es una persona capaz de hacer un diagnóstico acertado sobre el estado del “corazón” del auto que vas a comprar. También podrá detectar síntomas que te ayudarán a prever las condiciones y el estado de ese corazón, y a partir de eso, predecir cuánto tiempo de vida tendrá y cuánto dinero habrá que invertir para hacerlo funcionar como el corazón de un atleta.
Del ejercicio de la dialéctica
Hegel fue el filósofo alemán que formalizó la dialéctica mediante tres movimientos argumentales sencillos. Frente a una idea (tesis) se le presenta su contra (antítesis) y a partir del choque entre las dos es posible generar una tercera idea (síntesis) que abarque la verdad de ambos postulados anteriores. Y eso se repite ad aeternum.
Si tenés a un mecánico a tu lado al momento de ver una kombi, más allá de jugar a filósofos, pueden contraponer ideas en función de una mejor compra. Pueden charlar y ejercitar la dialéctica hasta llegar a una conclusión que se presente a ambos como más acertada. Además, en el círculo social de los mecánicos, así como en el de los médicos o cualquier otra profesión, las informaciones circulan y puede ser que alguien conozca a alguien que conozca a alguien que quiere vender una Kombi.
Hasta acá llegamos, kombinautas, indicando nuestra perspectiva al momento de decidir comprarse una kombi. Si, aún así, querés empezar sólo en tu búsqueda, espera por los artículos que vienen. Ahí encontrarás más información específica que podrá ayudarte.
¡Hasta el miércoles que viene!
